Introducción
Bienvenidos a este segundo capítulo, en él podrás conocer y aprender cómo se forma la emocionalidad del niño desde que nace para así desde ese conocimiento pueda desarrollar una gestión emocional sana que le lleve a construir una buena relación consigo mismo.
Para ello es importante recordar que “No podemos dar lo que no tenemos”, así que debemos revisarnos y ver que tan bien manejamos nuestras propias emociones, que tan pacientes somos con nosotros y de ahí sabremos lo pacientes que podremos ser con el niño a la hora de afrontar las emociones que irán apareciendo a medida que crece.
¿Cuál es la diferencia entre emoción y sentimiento? ¿Son lo mismo?
Una emoción es un conjunto de respuestas psicofisiológicas que nos predisponen a reaccionar de cierta manera ante un estímulo externo. Estas actúan de manera que nos saca del estado donde nos encontramos, vienen con un mensaje que nos lleve a la acción. Y es importante comprender que las emociones no son buenas ni malas, simplemente son necesarias para nuestra supervivencia y son inevitables,pero podemos aprender a gestionarlas una vez y estas aparecen. No duran mucho tiempo pero sí son bastante intensas.
Un sentimiento es la respuesta ante esas emociones, no hay sentimiento sin emoción. Se puede interpretar como que el sentimiento es el significado que le damos a esa emoción y nosotros decidimos cómo sentirnos ante ella, es un acto más consciente desde el que podemos tomar decisiones.
En resumen la emoción es aquello que sucede como respuesta ante algo externo y el sentimiento nuestra interpretación de esa emoción.
¿Qué es el desarrollo emocional?
Este es un conjunto de conductas adquiridas a medida que el niño va creciendo e interactúa con su entorno. Este desarrollo debe realizarse con sumo cuidado y atención tendiendo a favorecerlo.
Debemos saber también que la autoestima juega un papel muy importante en el desarrollo emocional del niño, por ello debemos cuidar de que forma nos dirigimos a ellos, cómo les hablamos, y desde donde afrontamos circunstancias como el fracaso (un suspenso, perder en un juego, equivocarse en algo…) Muchos padres tienden a usar expresiones hacia sus hijos que los desvalorizan y los hacen sentir buenos para nada. La mayoría de las veces las dicen sin pensar, de ahí la importancia de revisarse a uno mismo para que la emocionalidad de nuestros hijos se construya en un ambiente sano y amoroso, al final de eso depende que el niño construya una buena relación consigo mismo que lo habilite para vivir cualquier situación, sobre todo cuando esos padres o cuidadores primarios no estén para apoyarlo.
Hay que tener claro que un buen desarrollo emocional es fundamental ya que es la habilidad esencial que se necesita para percibir y gestionar los sentimientos de manera correcta llegando a un punto de comprensión y gestión que le permita seguir adelante con la vida.
Índice
- – Introducción
- – Revisando tus creencias
- – Evolución emocional del niño desde su nacimiento
- – La muerte y el duelo en los niños
- – El duelo en niños con diversidad funcional
- – Cómo abordar el tema según la edad
- – Expresión emocional del niño
- – La muerte de la madre
- – La muerte del padre
- – La muerte de los abuelos
- – La muerte de un hermano
- – Guía resumen final