Introducción
En el primer capítulo has aprendido o recordado que el niño interior es esa parte tuya que conserva su inocencia y pureza. Si este tema es nuevo para ti, seguramente te estás preguntando cómo puedes hacer para contactarlo.
En este capítulo vas a ir haciendo un recorrido para ir entrando en contacto con tu niño interior. Primero, te voy a dejar una serie de sugerencias para que estés preparado antes de iniciar este trabajo. Seguidamente, vas a profundizar en tu inconsciente con una meditación donde te vas a encontrar con tu yo niño, hasta que no lo veas, no sabrás qué edad tiene la parte tuya que necesita expresarse en este momento.
Puedes repetir la meditación que te comparto todas las veces que desees, es una manera de empezar a visualizar y conversar con tu yo niño.
En el momento en que desees seguir profundizando, vas a pasar a las preguntas para conversar con tu niño interior. El material que te anexo es una guía con diez preguntas, pero tú puedes extenderte y hacerle otras adicionales. Si es así, escribe con tu mano dominante (la que usas para escribir) las preguntas y con la no dominante la respuesta, esta va a ser la manera en la que te vas a comunicar con tu niño interior a través de la escritura.
Después de esta amena conversación, llega el momento de crear el mandala del niño interior, es un dibujo que hará tu propio niño, descubre cómo hacerlo en la tercera parte de este capítulo.
Ese no es el único mandala que te propongo, tu niño también va a crear el mandala del momento feliz con un recuerdo feliz de tu infancia.
Finalmente, es el momento de escribirle una carta, desde tu yo adulto del presente, a tu niño interior. Acá te voy a dejar una carta que le puedes leer a tu yo niño, o usarla solo como inspiración para que escribas una muy personal donde demuestres todo tu afecto, cariño, amor, cuidado y protección hacia esa parte tuya vulnerable e inocente.
Contenido del capítulo:
- Meditación para entrar en contacto con el niño interior
- Preguntas para conversar con el niño interior
- El mandala del niño interior
- El mandala del momento feliz
- Carta para el niño interior
1. Meditación para entrar en contacto con el niño interior
Antes de empezar este bonito trabajo de conexión con el niño interior:
Busca una foto donde aparezcas de niño, es decir, donde tengas menos de diez años. Puede ser una fotografía impresa que conserves de algún álbum familiar, pero si la tienes en digital también es válida, en este caso ten a la mano tu tablet o teléfono donde tengas la imagen. Si por alguna razón, no tienes una foto donde aparezcas de niño y no hay manera de que ubiques una, busca un espejo.
Además de la foto, te recomiendo que imprimas todo el material descargable de este capítulo que vas a encontrar en las secciones 2 a la 5.
Busca también lápiz para escribir y colores para pintar. Si lo deseas, ten hojas extras o una libreta, por si sientes la necesidad de extenderte con la escritura reflexiva.
Y, por último, tu disposición es clave. Date la oportunidad de dejar de lado cualquier prejuicio, por tu mente cruzarán pensamientos desacreditando la relevancia de lo que estás haciendo, pero si te sumerges en tu trabajo con el niño interior desde la humildad y el deseo de entrar en contacto con esa parte inocente tuya, vas a descubrir mucho de ti y empezarás a sanar tu relación contigo, incrementando tu dosis de amor propio en cada contacto con tu niño.
¡Ahora sí estás listo para comenzar!
Siéntate en una posición cómoda, en una silla o sobre un cojín en el suelo con tu espalda erguida, te puedes recostar de una pared si lo deseas. Toma unas cuantas respiraciones profundas y observa la foto de tu niño. Si no encontraste una foto y lo estás haciendo con un espejo, mírate a los ojos y encuentra en tu mirada a tu niño.
Observa todos los detalles del niño de esa foto mientras sigues respirando de manera consciente, pausada, profunda. Percibe en tu cuerpo cualquier emoción, sensación de bienestar o de incomodidad, no rechaces ni juzgues nada, solo fluye con la sensación que te llegue mientras observas la foto por un minuto.
Cuando sientas que es el momento, coloca la meditación que vas a encontrar a continuación y una vez que finalices, empieza a responder las preguntas para entrar en contacto con tu niño interior (sección 2)
2. Preguntas para conversar con el niño interior
No quisiera que te desconectaras de tu estado meditativo, así que continúa respondiendo las preguntas del material descargable: “Preguntas para conversar con el niño interior”
Llegado a este punto, ya has terminado esa primera conversación con tu niño interior y has descubierto cosas de ti a través de él. ¿Qué te ha parecido este primer encuentro? Recuerda que puedes seguir profundizando a través de la escritura reflexiva.
3. El mandala del niño interior
Vamos a seguir profundizando en el contacto con tu niño interior, esta vez lo harás a través del mandala.
Al igual que en el ejercicio anterior, vas a usar tu mano no dominante para hacer el dibujo y también para darle color. Captura todos esos pensamientos que te pasen por la mente, en algunos casos quizás sean de desvalorización: “pero qué feo dibujo”, “si yo no sé pintar ni con la mano con la que escribo”, “ay no, me estoy saliendo de las líneas”.
Ese niño seguramente recibió muchos mensajes desvalorizantes disfrazados de buenas intenciones: “¿esto es lo mejor que puedes hacerlo?”, en lugar de: “¡Qué bien lo has hecho hijo!”
Date cuenta de ello, es importante que actives tu observador interno, sin juicios. No es momento de juzgar a tus padres, cuidadores, maestros; es momento de tomar consciencia de lo que ha permanecido oculto en tu inconsciente para empezar a hacer algo diferente hoy mismo.
¿Cómo te hubiese gustado que te trataran de niño los adultos que te rodeaban?
4. El mandala del momento feliz
¿Cómo te has sentido hasta aquí? ¿Qué has descubierto de tu niño interior?
Ese niño que dibujaste en la sección anterior, ¿escondía alguna tristeza, algún enojo o era un niño feliz? Siempre puedes conversar con tu niño con la técnica de escribir con tu mano no dominante. O puedes simplemente cerrar los ojos, imaginar que se acerca a ti y que conversan, que él se comunica contigo, sin miedo, no importa la edad de tu pequeño. De hecho, siempre que conversen, pregúntale qué edad tiene, no siempre eres tú a la misma edad.
Si encontraste cualquier rasgo de tristeza, enojo, miedo, culpa, vergüenza en el dibujo de tu niño interior, te invito a detenerte por un momento antes de continuar.
Realiza este ejercicio:
5. Carta para el niño interior
Como te podrás dar cuenta, además de los mandalas, has venido usando la escritura para comunicarte con tu niño interior. Al usar tu mano no dominante es tu niño el que se comunica contigo y con tu mano dominante has escrito desde el adulto. ¿Has notado la diferencia de cuando escribes desde el niño y cuando lo haces desde el adulto?
En esta parte vamos a escribirle una carta al niño interior. Puedes leer la carta que te anexo en esta sección para que te sirva de inspiración y escribir una carta mucho más personal, también puedes imprimirla, completar el nombre de tu niño y tu firma y leerla en voz alta al dibujo del niño que hiciste o al de la fotografía que conseguiste.
Algunas ideas adicionales:
Sea cual sea tu experiencia y tu historia personal, has llegado hasta aquí y has hecho un excelente aporte a tu crecimiento y autoconocimiento.
Te invito a que continúes avanzando al último capítulo que será mucho más ligero y muy divertido ya que está dedicado a darle espacio a tu niño interior feliz para que se exprese a través del coloreado de personajes mágicos y recuerdes las cualidades que conserva tu lado inocente.
Índice de contenido
0.- Introducción
1.- Cualidades y recursos internos del niño interior feliz
2.- Despertando el niño interior
3.- Mandalas para el niño interior feliz