Introducción
La intuición se podría definir como la capacidad o la habilidad de percibir o comprender algo sin hacer uso de la mente racional, es muchas veces un impulso que nos hace tomar determinada decisión en un momento dado, algo que muchas veces se define como “corazonada”, una idea que aparece repentinamente y nos presenta una solución a una disyuntiva, una sensación que nos avisa si algo está bien para nosotros o no. Muchos asumen que es un don que tienen algunas personas con una sensibilidad especial, sin embargo, todos tenemos la capacidad de intuir, de hacer uso de la intuición, sólo que puede permanecer dormida si se le ha dado demasiada importancia a la mente racional, al hemisferio izquierdo del cerebro, por darle valor únicamente a lo que puede ser explicado de manera lógica y científica.
Para despertar la intuición hay que empezar a silenciar la mente lógica y racional, y activar el lado derecho del cerebro con creatividad. Hay que volver a ser niños, tomar los colores, pintar, jugar, reír, soñar.
El mandala es una herramienta que funciona muy bien para incrementar la creatividad y desarrollar la intuición, ya que permite entrar en un estado meditativo, de concentración y atención que silencia la mente racional, así le damos la oportunidad a esa parte de nosotros que trasciende los pensamientos para conectar con la verdadera esencia del ser.
Crear y pintar mandalas es darle cabida a la expresión de nuestro mundo interior y la expansión de la consciencia que se tiene hacia sí mismo y la relación con todo lo que se ha experimentado.
En este capítulo abordaremos el proceso de creación del mandala intuitivo, desde la fase inicial hasta que la obra ha sido completada.
Contenido del capítulo
2.1 Creación de mandalas intuitivos
2.2 ¿Por dónde empezamos?
2.3 El proceso de creación del mandala intuitivo
Índice
0.- Introducción
1.- El mandala como herramienta de autoconocimiento y conexión con el ser
2.- Creación de mandalas intuitivos
3.- Profundizando en tu mandala, ¿Qué significa para ti?