Re-conociendo el miedo
Para poder vencer al enemigo es necesario conocerlo.
Todos sabemos reconocer cuándo sentimos miedo, pero ¿realmente lo conocemos? ¿qué sabemos del miedo? ¿por qué lo sentimos? ¿cuál es su función en nuestra vida?
¿Qué es el miedo?
El miedo es una emoción que, junto con la alegría, tristeza, rabia, erotismo, ternura y gratitud, componen el grupo de las emociones que desde el coaching ontológico denominamos básicas. Y ¿Qué es una emoción? “Emoción” es otro término con el que todos estamos muy familiarizados, pero que también puede resultar difícil de definir.
Cada vez que experimentamos un suceso inesperado, se activa una emoción. Cuando hablamos de emociones, podemos señalar las circunstancias particulares que las generan. Podemos identificar los acontecimientos que «gatillan» esas emociones.
Traducido a un lenguaje menos técnico, podemos definir la emoción como una “sensación” que prepara a nuestro cuerpo para actuar de la manera más adecuada ante determinadas situaciones. Es decir, que para que se produzca una emoción ha de haber un hecho, objeto o situación que la provoque (un estímulo) y después una reacción de nuestro organismo.
El miedo es una de las emociones humanas más primitivas que existen, debido a que está orientado a la supervivencia del individuo, es decir, es una respuesta natural a un desafío. Aunque esta emoción muchas veces sea considerada negativa, nos transmite algo sumamente importante: la necesidad de cuidarnos.
Se trata de un mecanismo de defensa que genera el propio cuerpo ante situaciones de peligro inminente. En efecto, el miedo nos alerta ante la presencia de riesgos que atentan contra nuestra vida: un perro de aspecto amenazador, la oscuridad, un auto que se acerca a toda velocidad, una pandemia como la que estamos viviendo, cambiar de empleo, mudarnos de casa, emprender, las alturas, los payasos, las culebras, la soledad, el amor, los hijos, el matrimonio, la soltería.
Los ejemplos podrían ser miles y, si bien existen acontecimientos que generan temor en la mayoría de las personas, los miedos son algo bastante subjetivo y dependerán de cada persona en particular. La mayoría de nuestros miedos son infundados, los adquirimos en algún momento de nuestra vida, desde niños o en alguna experiencia desagradable o dura que vivimos y no hemos identificado aun.
¿Como se manifiesta el miedo?
El miedo se manifiesta a través de una respuesta bioquímica y emocional de nuestro organismo. Dado que se trata de una respuesta natural, innata al ser humano, no existe persona que no tenga algún miedo. Generado por alguna situación particular, inducido por la palabra de alguien o por una película, concebido desde nuestra propia imaginación: el miedo es una reacción a algo desconocido o que puede amenazarnos.
La respuesta bioquímica generada por el temor es de carácter universal. Ante una situación de peligro, ciertos signos físicos mensurables prueban que tenemos miedo: aumenta inmediatamente el pulso cardíaco y la sudoración, se dilatan las pupilas, al mismo tiempo que se elevan los niveles de adrenalina en sangre, (una hormona que secreta el organismo para controlar el miedo).
En conjunto, este haz de respuestas bioquímicas se conoce como “pelea o vuela” proceso complejo y automático gracias al cual el cuerpo se prepara para pelear o huir rápidamente.
Efectos subjetivos
Los principales efectos subjetivos del miedo son: una gran sensación de malestar, preocupación y en un gran número de ocasiones la sensación de pérdida total del control.
Expresión corporal
Cuando sentimos miedo nuestra cara se caracteriza principalmente por:
- Contracción de las cejas.
- Separación de los labios.
- Elevación de la parte inferior de las cejas.
- Contracción y descenso de las cejas.
- Alargamiento de la comisura de los labios.
Más del 50% de las personas que experimenta miedo presentan silencios y en la mayoría de los casos se produce un aumento del tono de voz.
En cambio, la respuesta emocional es mucho más personalizada que la anterior. Algunas personas manifiestan adicción a la adrenalina, lo que se refleja, por ejemplo, en la práctica de deportes extremos o la exposición voluntaria a situaciones riesgosas. Otros, por el contrario, tienen una respuesta negativa ante la sensación del miedo: evitan a toda costa las situaciones de peligro, e incluso tratan de no enfrentarse a ningún tipo de problema.
Las fobias y los miedos
De todas maneras, puede suceder que la persona no reaccione del modo esperado ante la alarma del miedo, y es entonces cuando debemos hablar de las fobias. Una fobia es una desviación de la respuesta normal ante el peligro.
En este caso, el miedo está dirigido hacia un objeto o situación que no representa un peligro real. A pesar de que quien padece la fobia reconoce que su miedo es irracional, no puede controlar su reacción.
¿A qué le tienes miedo? ¿Tienes alguna fobia?
El miedo se manifiesta en forma de emoción, sensación o pensamiento. Muchas veces no lo identificamos, simplemente nos paraliza frente a la circunstancia y reaccionamos a el desde su poder emocional. Básicamente el miedo nos detiene o impulsa de forma inconsciente.
¿Cuándo el miedo es un problema?
El miedo es un problema cuando es disfuncional. Es importante aclarar que no existen emociones positivas o negativas Sentir emociones es positivo, siempre es positivo sentir cualquier emoción, ya que tienen algún tipo de utilidad y nosotros debemos sentir nuestras emociones con libertad en lugar de reprimirlas o tratar de controlarlas.
El problema, con cualquier emoción, es cuando nuestras creencias e interpretaciones hacen que sintamos miedo de forma disfuncional, es decir, lo que ocurre a consecuencia de sentir ese miedo es aún peor que lo que ocurriría si no lo sintiéramos. Ejemplo: muchas veces no hacemos lo que deseamos y es realmente importante en nuestra vida porque tenemos miedo de lo que puede ocurrir (viajar, ir a otro país a vivir, iniciar un negocio propio, comenzar una relación sentimental, hacer algo nuevo por nuestros propios medios, hablar en público, bailar frente a otras personas, etc.).
Si gestionamos de forma disfuncional nuestro miedo, nos frenará demasiado. Recuerda: el miedo no es un problema, solo nos obedece… El problema es lo que hacemos con el miedo.
¿Para qué me sirve el miedo?
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¿Qué observador/a eres después de este nuevo aprendizaje?
“Sé lo que quieres ser, aún estas a tiempo”
Nos vemos en el próximo capítulo.
Índice de contenido
0.-Introducción
1.-Re-Conociendo al miedo
2.-El miedo en mi mente y mi lenguaje
3.-¿Como transformar el miedo de negativo a positivo?