Es posible que en repetidas oportunidades en tu entorno o círculo de relaciones hayas escuchado muchas veces decir esta frase “es que no puedo”. O sin ir tan lejos tu misma lo hayas repetido, sintiendo un montón de miedo en tu interior que te impide avanzar, tomar decisiones o cambiar.
¿Sabías que cuando dices no puedo, le estas declarando la guerra a tus capacidades? ¿Estas dejando en manos de la circunstancia tu propia responsabilidad?
Decir no puedo es una frase muy poderosa, tan poderosa que te lo crees. Tan poderosa que te rindes, y tan tan poderosa que diseña barreras en tu vida.
Vivir sin excusas requiere una dosis alta de liderazgo personal. Nos cuesta un montón ser valientes ante el desánimo, ante la adversidad, ante el cambio y la incertidumbre.
¿Sabías que nuestro cerebro por si solo es mediocre?, y esto es duro decirlo, nos da en el ego. Para nuestro cerebro es más fácil instalar hábitos de justificación y no de acción en nosotros mismo, esto le permite mantenerse en modo ahorro de energía, por ejemplo, que te digas y aceptes “el no puedo” en tu vida para justificar el hecho de no moverte o de no tomar decisiones, es mantenerte con la energía ultra baja, así como la batería de tu celular cuando se va la luz.
¿Desde donde crees que nacen esos relatos que te cuentas todos los días? Esos relatos o historias que nos contamos todos los días viven en nuestro lenguaje, y las excusas también forman parte de esas historias. Cuando nos contamos excusas lo hacemos desde una determinada observación. Nos quedamos parados en el famoso punto de vista o en lo que desde mi juicio creo que es posible o imposible.
Hoy vengo a decirte que ese lugar, desde el cual le das fuerza a tus excusas esta creando tu realidad, tu mundo y todo lo que te sucede. ¿Te acuerdas que en el episodio anterior aprendiste acerca del compromiso? Cuando tu compromiso está en justificar tus porqués nace la excusa del “no puedo”.
Nos enfocamos en explicar nuestras brechas de efectividad y dejamos en manos de la circunstancia nuestro resultado, por ejemplo: “no puedo, ya llegara el momento” “no puedo, ya llegara la persona ideal” no puedo, ya encontraré un mejor empleo” “no puedo, me da miedo” “no puedo, yo soy así” … Te pregunto: ¿de verdad crees que no puedes o no quieres?
A este punto quería llegar, y es que cada vez que te dices que no puedes, solo es una excusa para disfrazar tu falta de voluntad, es la excusa que se adapta perfectamente a tu comodidad, esta frase solo esta encubriendo un “NO QUIERO” ¿Qué te parece si cambiamos la frase del no puedo por el no quiero?
Voy de nuevo con el ejemplo anterior: “no quiero, ya llegara el momento” “no quiero, ya llegara la persona ideal” “no quiero, ya encontrare un mejor empleo” “no quiero, me da miedo” “no quiero, yo soy así” … ¿Todavía sigues pensando que no puedes? Cuando identificamos nuestras barreras y creencias limitantes, se nos rediseña el mundo, es como si acabáramos de cambiar nuestros anteojos, observamos nuestra realidad de una forma totalmente clara y legible. ¿Te diste cuenta de algo? Al cambiar la frase del no puedo por no quiero, te enfrentas a la realidad, te das cuenta de que ese miedo a moverte en realidad solo fue un vacío de confianza en ti.
Cuando somos responsables todo a nuestro alrededor se transforma en nuestra realidad ideal, porque nace de mi elección. El reto que te dejo para esta semana es que seas valiente y que cada vez que tu mente te diga que no puedes, tú le respondas SI QUIERO Y SI PUEDO.
Te prometo que esta nueva forma de afrontar tu mundo, cambiara tanto tu SER como tu entorno, ya que al hacerte responsable abandonas la incapacidad, la excusa y el papel de víctima. De verdad se que no es fácil ser valiente, me costó un mundo transformarme en valentía, tu solo hazlo desde tu propia convicción, fe y liderazgo personal, cuando te conectas con tu fuente de poder y te haces responsable de ti y de tus resultados, comienzas a responder con habilidad ante toda dificultad.
¡Querer no es poder!
“Se lo que quieres ser, aun estas a tiempo”
#mesosagil
Mª Eugenia Sosa Gil
Consultora y Mentora de Liderazgo Aplicado al Talento Humano. Ceo y Fundadora de Sogilca Smart