Si vemos nuestro cuerpo como un gran sistema, en donde se albergan sub-sistemas y micro sistemas, podemos comprender que cuando uno de esos sistemas se ve afectado obedece por un lado a que esto pudo ser consecuencia de una mala canalización del entorno, a través de la ventana de nuestros 5 sentidos o de nuestro sistema de “Pensamientos, emociones y Creencias” y por otro que esta afección, sino es recanalizada, esta pueda afectar a otro sistema, empeorando la situación.
Ahora bien, nuestro Sistema Cuerpo es tan noble y bondadoso en la mayoría de los casos, que cuando algo va mal, nos envía un emisario muy eficiente “El Síntoma”, que comienza a veces siendo muy leve, pero estamos tan ocupados en nuestros “quehaceres” que no nos damos cuenta, caso contrario no le hacemos caso, apenas es un simple malestar que no vale la pena atender.
Con el tiempo el síntoma aumenta, hasta dejarnos en la cama postrados…el cuerpo avisó, el síntoma cumplió su trabajo, sin embargo muchos se lamentan de su mala suerte, sin comprender y reconocer que la naturaleza es perfecta y nada ocurre por azar.
Nuestro organismo ha sido diseñado para escuchar y ser escuchado, nos da por lo general más de lo que recibe y las enfermedades no son más que la oportunidad de hacer consciente nuestras incoherencias en el “Pensar, Sentir, Hablar y Actuar”, tal y como decía Carl G. Jung “Mientras lo inconsciente no se haga Consciente, lo inconsciente guiará nuestra vida y a eso le llamaremos destino”
Así que si deseamos hacer cambios importantes y beneficiosos para preservar la salud, la clave es “Aprender a Escucharnos”, nuestro inconsciente “Siempre se expresa”, nuestro cuerpo nos clama atención, a veces en forma sigilosa, a veces a gritos…nunca nos juzga y siempre nos recuerda que es el vehículo para mantenernos en este plano y disfrutar de él.
Es sencillo, Cuando el síntoma toque nuevamente a la puerta hazte dos preguntas:
- ¿Qué me obliga a hacer?
- ¿Qué me impide hacer?
Hazte estas preguntas una y otra vez y no te quedes con lo obvio, ve más allá al fondo, la respuesta llegará y resonará, ajustándose algo dentro, como si encajara…es un trabajo de profundo amor y respeto contigo mismo, abrirte a la posibilidad de una nueva perspectiva, de ver las cosas desde otro ángulo.
Es importante además que durante todo este proceso acudas al médico, ya que el “Darte cuenta” acelerará significativamente el tiempo de curación y con el tiempo ya te atenderás con más prontitud, quizás de una leve molestia no trascienda y no llegue a convertirse en un verdadero síntoma. Poco a poco confiarás en tu sabiduría interna, traducirás sus señales con prontitud, comprenderás que el lenguaje mediante el cual nuestro cuerpo se comunica es a través de “metáforas” y que nos muestra una parte de nuestro inconsciente, algo que sucede en nuestra mente y que constituye un símbolo que debemos interpretar en base a las diversas situaciones que estamos viviendo, sobretodo aquellas que nos han afectado sobremanera.
Aunque creas lo contrario, su manera de comunicarse es bastante directa, solo que lo hace como sabe hacerlo y no como normalmente nosotros nos comunicamos nosotros, con la práctica darás además más fuerza a tu confianza.
Recuerda que un pensamiento genera una emoción, que las emociones se sienten, o se expresan, o se enfrentan…nunca se les cierra la puerta, nunca se obvian, ya que de lo contrario el actuar no será alineado a este pensar y a este sentir, produciendo bloqueos físicos, dolencias y malestares.
No hay mejor indicativo que refleje nuestro mundo interior que mirar lo que proyectamos, porque el exterior es un reflejo de este.
Asentir la vida y nuestro destino tal y como ha sido, nos da la fuerza para seguir adelante con decisión y la objetividad para hacernos responsables de lo que toque, empezando por nosotros.
Alejandra Gasia
Alejandra Gasia
Neurocoach, Facilitadora Investigadora Psicolingüísta
Educadora Experiencial, estudiante del Curso de Milagros, Consteladora Sistémica Integral. Más sobre mí…