Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos estamos eligiendo, osea decidiendo qué vamos hacer HOY. Decides levantarte, decides desayunar, decides ponerte este o aquel conjunto de ropa, decides con qué bolso lo vas a combinar, decides que camino tomar para llegar al trabajo y así con cada cosa hasta acabar el día…¿Desde donde tomas esas decisiones? Esas decisiones no son importantes en tu vida, pero ¿qué pasa cuando llega a tí el tener que tomar una DECISIÓN IMPORTANTE? ¿Desde dónde tomas esa decisión?
Normalmente en nuestra vida cotidiana tomamos las decisiones sin pararnos mucho a pensar ya que son decisiones que sólo dependen de nosotros. Pero ¿qué pasa cuando la vida nos pone delante el tener que tomar una DECISIÓN sobre algo importante para nosotros y que esa decisión pueda afectar a nuestro entorno más cercano, a esas personas importante en tu vida?
Que pueden saltar las alarmas, que nuestro cerebro no para de pensar: qué pasará si decido esto, qué pasará si decido lo otro y así estamos durante días y días sin saber que hacer, como dice Víctor kupper, andamos como pollo sin cabeza buscando ansiosamente la respuesta al enigma.¿Cuándo esto te pasa a que le das más poder? A tu cabeza pensante que por un lado te anima a esa decisión o a la otra parte que te dice: ¡Estás loca cómo vas hacer eso!, que va a decir tu pareja, que van a decir tus padres, y te contestas: me dirán con lo bien que estás qué necesidad tienes tú ahora de hacer eso… de verdad estás segura… y si no sale bien, y así estamos durante días e incluso a veces podemos estar hasta semanas sin ser capaces de encontrar la solución y sin parar los pensamientos de nuestro cerebro.
Cuando estamos ante una situación así es porque estamos entrando en estrés y hemos activado en nuestro organismo todas las alarmas de supervivencia y por eso entramos en pánico.¿Qué podríamos hacer ante una situación así? Yo te invito a que la próxima vez que tengas que tomar una gran DECISIÓN practiques lo siguiente y veas por ti misma qué pasa:
1.- Haz cosas que te saquen de ese estado como:
- Caminar
- Escuchar esa canción que te hace sentirte feliz
- Dar un paseo por el campo y conectar con la naturaleza
- Irte a una terraza y tomarte un café o infusión tan sólo observando el entorno
2.- Comprueba que una vez hecho el primer punto tu cuerpo y tu mente ya no están tan estresados y pregúntate:
- ¿Qué va a aportar esta decisión en mi vida?
- ¿Cómo mejoraría mi vida?
- ¿Cómo mejoraría mi entorno?
- ¿Cómo hará que me sienta?
- ¿Realmente me hará sentirme feliz?
3.- Una vez respondas estas preguntas tendrás la solución a tu enigma o estarás más cerca de ello porque estarás desde tu SER.
Cuando en la vida tenemos que tomar decisiones es mejor tomarlas siempre desde nuestro SENTIR y no desde nuestro PENSAR, por eso es tan importante conectar contigo, con tu SER, conectar con esas cosas que te hacen llegar a tu CORAZÓN, para desde ahí TOMAR MEJORES DECISIONES, que te lleven A SER MÁS FELIZ!!!
Nuestra vida tiene un principio y un final y hemos venido A SER FELICES y no a sufrir.