Introducción
Bienvenidos al tercer capítulo, en él te explico por qué se tiende a negociar ante una pérdida y de qué manera.
Todo ser humano se vuelve un gran negociador a la hora de vivir una pérdida, incluso en ocasiones negocia con anticipación lo que pueda ocurrir.
¿Cuántos no quisiéramos volver atrás el tiempo?, quizás para aprovecharlo mejor o porque creemos quizás que así podemos evitar lo inevitable. Pero no se puede dar para atrás al reloj, ni pararlo. Es por eso que lo más valioso que puedes ofrecer a alguien es tu tiempo, ya que es algo que jamás vuelve.
Puedes llegar a obsesionarte por tener la mejor vida o por dársela a tus seres queridos cuando lo cierto es que en medio de esa obsesión por conseguirlo te pierdes lo más importante, el tiempo de estar vivo y compartir lo que realmente importa.
La negociación
Desde esta etapa se promueve en ti esa parte negociadora hasta tal punto que ofreces cosas a cambio de que una energía divina, sea la vida, Dios o el universo te cumpla la parte que tu quieres. Pero desgraciadamente esto no funciona así, es una forma más que este proceso tiene de enseñarte algo.
Y parte de ese aprendizaje se basa en darnos cuenta a tiempo de lo que tenemos antes de perderlo, valorar y amar, aprovechar al máximo la maravillosa fortuna de estar vivos siendo y fluyendo al son de la melodía, esa melodía llamada vida.
Índice
0 – Introducción
1 – El duelo
2 – La negación
3 – La ira
4 – La negociación
5 – La depresión
6 – La aceptación